El poder cíclico de la naturaleza

El poder cíclico de la naturaleza

La naturaleza está todo el tiempo en constante cambio. Está formada por diferentes ciclos y fases que transforman nuestro entorno y a nosotros mismos todo el tiempo. Estos ciclos los observamos en la luna, las plantas, el crecimiento de los seres humanos e incluso la menstruación. Tal vez hayas escuchado alguna vez sobre la conexión entre el ciclo de la luna y la menstruación, o la luna y las plantas, así como también sobre otros que se relacionan de manera más directa como los ciclos naturales del agua, el oxígeno, el carbono o el nitrógeno. En esta nueva entrada de nuestro blog, te contamos un poco más sobre la relación entre los diferentes ciclos que vemos y experimentamos día a día, así como todos esos secretos ancestrales que se esconden detrás de estas creencias.

Una de los vínculos más relevantes dentro de los ciclos de la naturaleza es el temporal. El ciclo de la luna y la menstruación duran el mismo tiempo, de allí que muchas creencias partan de la idea de que estos dos ciclos están directamente relacionados.

Las diferentes fases que atraviesan cada uno de estos fenómenos durante sus ciclos son la evidencia de que estamos en constante evolución, es decir en cambio constante. Entender estos ciclos es comprender el mundo que nos rodea como un espacio en el que todo renace de nuevo cada cierto tiempo. En esta ocasión nos hemos aliado con Bloom para contarte más sobre estos procesos y relaciones entre los ciclos de la naturaleza y el hombre. Nos hemos dado cuenta de que no tenemos miedo a ensuciarnos las manos y decidimos conectar los diferentes ciclos de la naturaleza para comprender el ambiente de cambio que todo el tiempo estamos viviendo en el mundo. Todos somos cíclicos, todos somos naturales. Descubre todo lo que se esconde detrás de estas relaciones ancestrales y como podemos sacarle el mayor provecho a las mismas.

Existen diferentes elementos que pueden conectar un ciclo con otro. Los ciclos naturales que permiten la vida, por ejemplo, se interrelacionan para crear así una receta equilibrada y perfecta para la existencia de los seres vivos en el planeta con elementos como el oxígeno, el agua, el nitrógeno o el carbono. Por otro lado, podemos encontrar ciclos como el de la luna, las plantas o incluso el de la menstruación que no siempre se interrelacionan directamente entre sí por las diferentes fases que los componen, si no por otras condiciones como lo son el tiempo de duración del mismo ciclo, que según creencias populares y ancestrales afecta otros seres vivos y fases de otros seres de la tierra.

 

¿La luna rige realmente  los ciclos naturales?

 

 

La luna y la presión que ejerce sobre la tierra afectan directamente a las mareas, las plantas, la tierra e incluso al comportamiento humano.

Desde niños hemos escuchado afirmaciones como siembra tus plantas en luna nueva o pódalas en cuarto creciente o, córtate el pelo en luna llena, y si bien no todas estas afirmaciones vienen de casos demostrables, es un hecho que las fases lunares afectan la tierra de diferentes maneras y así mismo a los seres que la habitan. A pesar de que podamos pensar que estas son solo creencias populares, el efecto de la luna en las cosechas y las siembras esta demostrado y refuerza la cualidad cíclica de la naturaleza. La luna contribuye al crecimiento y germinación de los cultivos. Desde nuestros abuelos hasta las comunidades indígenas ancestrales  estos conocimientos han ido migrando hasta el punto que hoy en día escuchamos estas creencias y aún son aprovechados al máximo. Cada fase de la luna afecta de manera diferente las plantas, te explicamos el efecto de cada una.

 

La luna nueva es la etapa en la cual la luna no refleja la luz. En la agricultura este ciclo se conoce como ciclo de reposo, ya que al disminuir drásticamente la luz de la luna, las raíces y las plantas crecen más lento que en otras fases. Estas etapas son perfectas para realizarle mantenimiento a las siembras y a nuestras plantas, ya que aprovechamos el estado de “reposo” para evitar someterlas a un nivel más alto de estrés en otras fases de la luna.

 

 

 

Cuarto creciente. Durante esta fase la luna se acerca un poco a la tierra y la presión sobre nuestro planeta aumenta. Durante este periodo tanto la planta como el terreno sufren cambios que afectan el desarrollo de las siembras. La luz lunar incrementa y los cultivos empiezan a tener un crecimiento un poco más balanceado.Mientras que en el suelo se producen movimientos del agua por la presión de la luna, permitiendo que las semillas absorban más agua y germinen un poco más rápido, y aunque la luna no es un factor determinante, si puede favorecer al desarrollo de los cultivos.

 

 

Luna llena. En esta fase podemos ver la luna en su totalidad, y marca la mitad del mes lunar. Gracias al aumento en la luz de la luna, las hojas de las plantas tienden a desarrollarse más rápidamente y así mismo el movimiento de agua es mayor.

 

 

 

 

 

Cuarto menguante. Esta etapa se produce antes de luna nueva y después de luna llena. Durante esta fase la luna empieza a disminuir su visibilidad, la luz lunar empieza a disminuir con el paso de los días y hay menos actividad en la vegetación, ocasionando que las plantas vuelvan a un estado de reposo para la luna nueva.

 

 

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La luna cíclica y la menstruación.

Otra relación de la que seguramente hemos escuchado es la de la luna con el ciclo menstrual. Desde tiempos ancestrales se han asociado las fases lunares con el ciclo menstrual de manera temporal, ya que los dos se encuentran divididos en 4 fases y les toma aproximadamente 28 días completar un ciclo. Con Bloom queremos contarte como se relacionan estos ciclos entre sí y con la naturaleza a partir de esta creencia ancestral.

 

Desde Saving The Amazon y Bloom queremos invitarte a reconocer tus ciclos como naturales y a entenderlos para aceptarnos como parte de la naturaleza.

 

Diferentes creencias han asociado directamente el comienzo del nuevo ciclo menstrual y la fase lútea -que da fin al mismo- con las fases lunares desde la luna nueva hasta la luna menguante, y, asimismo, gracias a esta relación temporal, se han creado diferentes rituales que pueden permitirnos tener una mayor sintonía con la naturaleza. Te invitamos junto a Bloom a conocer las diferentes maneras que tenemos para conectar con la naturaleza mediante nuestros ciclos biológicos y los ciclos naturales y a que descubras los procesos que unen a las personas con la tierra. Si quieres conocer más sobre estas relaciones ancestrales no te puedes perder La menstruación, la luna y el poder cíclico de la naturaleza.

 

Cada vez reafirmamos la conexión que encontramos entre cada ser, cada elemento, cada fenómeno que existe en el mundo. Entender y  conocer estas relaciones nos permite también reconocernos a nosotros mismos como seres naturales conectados con la tierra. ¡Sigamos descubriendo todos los secretos del mundo y el sinfín de posibilidades que nos ofrece la naturaleza para vivir de manera sostenible y equilibrada!Sigue descubriendo con nosotros el Amazonas y el mundo. ¿Y qué tal si te animas a conectarte con la naturaleza mediante un árbol marcado con tu nombre? Si te suena la idea haz clic aquí

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