Desde finales del 2020 el agua se ha sumado al oro, el petróleo, el trigo y el café, entre otros commodities, a la bolsa de Wall Street. Pero, ¿de qué manera se puede vender o comprar un recurso como el agua? ¿Se va a mercantilizar? ¿Esto implica una monopolización de un recurso natural indispensable? ¿Cómo afecta al ciudadano común, a ti que estás leyendo esto?
Todas estas y más preguntas son las que aparecen en nuestra mente cuando descubrimos que el agua va a empezar a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street. Sigue leyendo, te explicamos de manera muy sencilla y rápida todo lo que debes saber sobre esta noticia que está en boca de todo el mundo, los ecologistas, los inversores y los gobiernos.
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Más del 70% de la Tierra está cubierta de agua, pero menos del 1% puede consumirse como agua potable, y los temores sobre las sequías y la escasez de agua van en aumento.[/caption]
Para poder responder todas estas preguntas necesitamos entender qué está sucediendo y qué significa que este recurso hídrico este en la bolsa.
¿Qué es el mercado de futuros?
Es el mercado al que entraron los derechos de uso y aprovechamiento del agua de California. Son mercados en los cuales se negocian contratos de futuro. Se pacta el precio de un activo, en este caso el agua, para una fecha futura. El comprador firma hoy un contrato de futuro para los derechos de riego de una cosecha del verano de 2021, por ejemplo. Llegado el momento, deberá comprarlo a ese precio, aunque si hay abundancia de agua el coste para el comprador puede ser menor. El vendedor por su parte tiene el riesgo contrario, puede perder dinero, porque si no hay escasez, el precio del agua podría ser menor al pactado.
Cabe resaltar que por ahora el agua que se va a tomar como referencia es el agua que viene de California, EE. UU., una zona muy árida. Esto quiere decir que no toda el agua del mundo entró a cotizar en el mercado.
Y no es lo mismo la necesidad de agua que puede haber en otros países, por ejemplo Colombia que es un país rico en recurso hídrico, que en España o África. Todos presentan problemáticas diferentes. Por lo tanto, sería muy difícil generalizar esta medida a todo el mundo, aunque puede ser una especie de medidor para determinar costos para establecer diferentes contratos de derechos de uso y aprovechamiento.
¿Qué se va a tranzar?
En pocas palabras lo que se va a cotizar son los derechos de su uso, no el agua en sí misma. Se va a tranzar el derecho del uso del agua en un futuro. Por lo tanto no se hace entrega física del recurso. "Lo que se pretende con estos contratos es, por parte del comprador, protegerse de una subida del precio del agua, y por parte del vendedor, asegurarse un precio mínimo de venta." cómo lo aclaran en el periódico La Razón.
Actualmente el precio que pueda llegar a tener su uso se determina de manera privada (para actividades como el riego de cultivos o ganadería, entre otros). Lo que se quiere mediante el mercado de valores, es determinar de una manera más eficiente y transparente cuál puede llegar a ser el precio de dicho bien. Quienes invierten en este activo, no van a recibir agua física, van a recibir la diferencia entre el precio del contrato establecido con el precio del mercado que tenga el agua en su momento.
En este mercado participarán los inversionistas institucionales, gobiernos, organizaciones que requieran grandes cantidades de agua para sus actividades industriales, agricultores, industrias de sector energético, entre otros.[/caption]
¿Qué son los mercados de agua y cómo funcionan?
Un mercado de agua o banco de agua es un mecanismo institucional que facilita la transferencia legal de derechos de agua.
Si tienes una propiedad que se alimenta de una cuenca o tienes un recurso hídrico importante en tu propiedad puedes extraer agua. El derecho del agua está atado a sus tierras, por lo tanto puedes vender diferentes cantidades de agua a otras personas. Esto puede ser problemático si se analiza quién tiene el derecho de la tierra, y por ende el derecho al uso del agua, pues en muchas ocasiones los territorios están en manos de grandes terratenientes, monopolizando así este recurso. El tema de tranzar el agua no es nuevo. En el mundo hay por lo menos 34 países que tienen mercados de agua, en donde han tenido problemas de escasez, y han usado este mecanismo.
Si quieres leer más, te invitamos a leer este artículo de la WWF: Los mercados del agua y la conservación del medio ambiente.
¿La entrada del agua en la bolsa afectará al ciudadano común?
Al principio, en esta primera etapa, el mundo no percibirán nada de lo que pasa, o por lo menos los ciudadanos del común no. Una vez el mercado haya madurado, es posible que estas cotizaciones de estos contratos empiecen a influir en los precios al público no solo del agua, si no de otros mercados que necesitan este recurso hídrico.
Piénsalo así, si el precio de un elemento que es crucial para la producción de tu producto sube o baja, el precio total de tu producto subirá o bajará también. Es muy sencillo, si vendes pan y el precio de la harina se triplica, muy seguramente debas reevaluar tus precios de venta, pues tus costos de producción habrán aumentado.
Dos posturas.
Frente a esta situación no debemos tomar una postura moralista y pensar que la entrada a la bolsa es buena o mala. Si bien tiene beneficios y complicaciones para el recurso hídrico en sí y algunas problemáticas complejas, es un tema que debe analizarse a profundidad y ver como evoluciona con el tiempo.[/caption]Pros: Facilita la gestión de los agricultores y ganaderos, realmente de cualquier persona que haga parte del mercado del agua, ya que pueden asegurarse un precio fijo por el agua a futuro y de este modo sus negocios no están todo el tiempo enfrentándose a la incertidumbre.
El uso del agua ya tenía un valor, pero se definía de manera completamente privada, establecer un precio públicamente de un bien, que ya se ha venido cobrando desde entidades privadas según sus consideraciones, puede llegar a establecer precios que beneficien a las diferentes partes.
Algunos expertos defienden que estos mecanismos financieros pueden contribuir a una gestión más eficiente del recurso.
Contras: Este tipo de actividades, puede dar alas a la acumulación de un recurso básico en unas pocas manos que podrían quedarse con los derechos del agua y luego revenderlos.
Puede haber especulaciones de este bien, así como se pueden inflar los precios o apelar a una supuesta escasez para encarecer el recurso hídrico.
Si bien este es un tema que por su nombre puede sonar alarmante ¡EL AGUA EN LA BOLSA DE VALORES! Es importante entender que más allá de ser una cuestión mercantilista, que como nos dimos cuenta no lo es, es una relación financiera para poder evitar las especulaciones y alzas en los precios del mercado del agua. Ahora solo nos queda esperar que sea realmente así.