Por María Angella Fortich Fraija
Los arrecifes corales son una gran parte de nuestro ecosistema marino, proveen un gran número de servicios ecológicos y económicos, entre estos la protección contra las erosiones e interacciones con otros ecosistemas, como los manglares en las zonas costeras. Además, es el hábitat para peces, moluscos y crustáceos que, al mismo tiempo, son alimentos para la sociedad.
Los pólipos y los corales
“Los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos”, asegura Gabriel Grimsditch de la división de ecosistemas marinos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los ecosistemas de los arrecifes corales son grupos diversos de especies que interactúan con su entorno físico en todos los momentos. Los corales Pétreos se caracterizan por tener un esqueleto duro, las colonias de este organismo están compuestos por miles de pólipos individuales.
Los pólipos son capaces de extraer el calcio disuelto del agua de mar y de solidificarlo en carbonato de calcio que les sirve en la formación y soporte del esqueleto. La capa delgada de la superficie corresponde al coral vivo, el esqueleto de mineral duro de calcio puede tener décadas de antigüedad. Los arrecifes de coral sobrevivieron la extinción de los dinosaurios (big bang), la era del hielo, las guerras de todas las civilizaciones y está batallando contra la crisis medioambiental actual.
Colombia y los arrecifes corales
Los arrecifes Colombia tiene más de 180.000 hectáreas de corales, cerca del 79% de ellas están en el archipiélago de San Andrés, las Islas del Rosario, el archipiélago de San Bernardo, Providencia y Santa Catalina es donde se concentran la mayoría. Los corales son una gran parte de la biodiversidad colombiana, son de vital importancia para regular la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, en Colombia las cifras son alarmantes y se necesita tomar acción lo más pronto posible. En el Caribe colombiano, la tasa anual de pérdida de cobertura de los corales vivos en las últimas tres décadas ha sido de 9,2%, mientras que las reducciones de las poblaciones de los corales cuerno de alce y de ciervo alcanzan el 97%.
Erick Castro, director técnico de Asuntos Marinos, Costeros y Recursos Acuáticos del Ministerio del Medio Ambiente, afirma que Colombia está comprometida con la protección de los arrecifes corales, tienen un proyecto de restauración en su hábitat, en el cual, se rehabilitan y se siembran muchos corales para restaurar las hectáreas de arrecife marino.
Amenazas locales para los arrecifes corales
- Destrucción a su hábitat por actividades económicas o turísticas: se ve más en la extracción de corales.
- Las contaminaciones que se originan en la tierra llegan hasta los mares. Las siguientes actividades están involucradas en esta amenaza: Los nutrientes que se usan como fertilizantes agrícolas, como el nitrógeno y el fósforo, se descargan en las alcantarillas y contaminan el agua. De la misma manera, los corales necesitan de los nutrientes, pero no de una gran cantidad, ya que pueden ser tóxicos.
La sedimentación depositada en los arrecifes puede asfixiar a los corales y no les da la capacidad de alimentarse y reproducirse.
Un último factor puede ser el mal uso de los microplásticos, al desecharse pueden llegar al mar y quedar atrapados en los corales bloqueando la luz solar necesaria para el proceso de fotosíntesis. Por otro lado, los peces o algún otro organismo marino pueden comer un plástico y morir.
- La pesca poco sostenible puede alterar el ciclo de la red alimenticia, lo que impide el desarrollo de las algas en los corales. Un ejemplo de estos es la pesca con explosivos, dado que estos también causan daño en los corales.
- La recolección de los corales para los acuarios o para la producción de piedras preciosas para las joyas.
Como ciudadanos del planeta Tierra debemos cuidar a nuestros ecosistemas. Es nuestra obligación proteger los arrecifes corales porque nos benefician de muchas maneras y son parte de nuestros mares. Globalmente, todos dependen de los ecosistemas de los arrecifes corales porque proveen nuestros alimentos, protección costera y ayuda a los ingresos económicos del turismo y la pesca.
Son fundamentales para poder cuidar a nuestros mares y preservar el agua lo más limpia posible. Nuestra responsabilidad es cuidar que todos los seres vivos y plantas que vivan en ella puedan ser cuidados y vivir su ciclo natural. Por eso, es importante cuestionarnos nuestro consumo de las especies marinas y de cómo afectamos a un ecosistema entero.
Si quieres saber más de cómo cuidar tu consumo del agua y de cómo afecta tu entorno, te invitamos a dar clic aquí.